El bus veinte va como si no quisiera llegar al final.
Todos los días sonrío, o es que no lo ves: unos días al derecho, otros al revés.
¿Qué se supone que debe uno pensar si cuesta más leer y aprender de los fallos de los demás que beber y cometer los propios?
El burdo burdel de El Llano ya no ofrece masajes a cuatro manos.
Háblame de la fotogenia de la primavera de mis manos meciendo tus muslos y tus piernas
Al empezar, lo cierto es que empieza siendo demasiado bueno para ser verdad. Es cierto.
Curioso caso: el que vivió sin ganas las acabó encontrando. La historia acabó: Quien vivió sin ganas,
La vida se bebe a sorbos breves: como un buen vino.
Llueve, llueve, llueve y no te mueves; todos esperan:
Don nadie que se ha quedado con casi nadie desde que tiene memoria sabe que no hacen falta
Desde que desperté, me dediqué a desear dibujarla despierta y desnuda: danzando decidida
Todos llorando por lo malo del mundo, como si no hubieran visto ni un gramo, de maldad. Y yo, sonrisa en mi cara,
Sin publicidad, sé una buena persona: he aquí el secreto.
Mientras el otoño llega y las hojas se tornan amarillo, yo me torno carajillo y me bebo,
No sé a quién busco aquí, Padre: si lo estoy buscando a Él o me estoy buscando a mí.