Pequeña reflexión.
Sol, gracias por levantarte todos los días e iluminar a los habitantes de la Tierra: ingratas hormigas que van a la car…
No te preocupes, deja que la vida ocurra como ocurre la vida misma: orgánicamente.
La atracción de la luna siempre me pareció aterradoramente atractiva: como una buena mujer.
Fuimos los perfectos políglotas: yo te hablaba en cristiano, tú me callabas en francés.
Las aceras siguen siendo ilegibles libros de pies cuyas páginas se revuelven al son del insomnio
En efecto, yo –como cualquier elemento– lluevo lo que llevo por dentro. De hecho,
Plantamos flores para cubrir las grietas en el corazón.
¿Qué se supone que debe uno pensar si cuesta más leer y aprender de los fallos de los demás que beber y cometer los propios?
Tu sonrisa es un soplo de aire fresco. Un pliegue de origami que desorienta.
¿Sin ganas de vivir? Vive sin ganas. Las ganas de vivir se ganan viviendo.
Después de muchas vueltas y algún que otro tropezón, te das cuenta: no es la cabeza quien recuerda, sino el corazón.
Pájaro nunca voló: le dijeron que no podría y se lo creyó.
No soy ningún –ista ni practico ningún –ismo: sólo soy un artista que piensa por sí mismo.
El mundo es infinitamente complejo… hay infinitos matices entre el bien y el mal, así como infinitos tonos entre el blanco y el negro.
Vamos con prisa para llegar más rápido a ninguna parte.