Desde que desperté, me dediqué a desear dibujarla despierta y desnuda: danzando decidida
Antes de empezar, vigila tus deseos: hay que ser digno.
Esta disputa —que el lector disfruta— de la zorra con las uvas me enseña
¿Qué se supone que debe uno pensar si cuesta más leer y aprender de los fallos de los demás que beber y cometer los propios?
Sol, gracias por levantarte todos los días e iluminar a los habitantes de la Tierra: ingratas hormigas que van a la car…
A lo mejor es bueno crearse una rutina de romper la rutina diaria y marearse en la noria. A lo mejor tenemos que ser fuertes
No se echa en falta nada que sobra: como una mariposa que vuela a la pata coja.
Tu sonrisa es un soplo de aire fresco. Un pliegue de origami que desorienta.
Fuimos los perfectos políglotas: yo te hablaba en cristiano, tú me callabas en francés.
Las tiendas cierran, las cabezas pesan: hace frío para nada.
Del maestro más mordaz, siempre somos aprendiz: las lecciones vitales siempre dejan cicatriz.
El bus veinte va como si no quisiera llegar al final.
En efecto, yo –como cualquier elemento– lluevo lo que llevo por dentro. De hecho,
El burdo burdel de El Llano ya no ofrece masajes a cuatro manos.
He aquí un hombre que se murió sin miedo a mirarse por dentro.