Vístete fuego, viste té y hierba en el pelo: arriba el cielo, abajo el trigo
Tu sonrisa es un soplo de aire fresco. Un pliegue de origami que desorienta.
No hay momento más letal que cuando la tóxica quemazón de la decepción se te hace familiar.
Pájaro nunca voló: le dijeron que no podría y se lo creyó.
Mientras tanto la gente intenta descubrir una forma de cubrir su carne desnuda que no se diluya
Mientras el otoño llega y las hojas se tornan amarillo, yo me torno carajillo y me bebo,
Sin publicidad, sé una buena persona: he aquí el secreto.
Los que más nos esforzamos en esto del vivir, te lo digo como si pudiera verlo, hemos visto a alguien dejar de hacerlo.
Dejaremos de complicarnos la vida sin sentido el día que nos llamen simple y nos parezca un cumplido.
Las canas son sabiduría que se desborda.
Voy a lanzarme a ver si existo: sin perdón, sin excusas, sin permiso.
Desde que desperté, me dediqué a desear dibujarla despierta y desnuda: danzando decidida
La paciencia es la damisela que más se hace esperar y nunca termina por llegar
No te preocupes, deja que la vida ocurra como ocurre la vida misma: orgánicamente.
Uno mendiga, muchos mirando el móvil: falta compasión.