Versión adaptada
Llevan las medias negro melancolía: como el corazón.
Curioso caso: el que vivió sin ganas las acabó encontrando. La historia acabó: Quien vivió sin ganas,
¿Sin ganas de vivir? Vive sin ganas. Las ganas de vivir se ganan viviendo.
La débil dedicatoria que le dedico… para hacerlos míos se está desdibujando entre ojeras desgastadas y lírica… y se está volviendo ilegible
El prosaico patriotismo de la pila de platos sucios de la cocina no está patrocinado por ninguna puta compañía
Vamos con prisa para llegar más rápido a ninguna parte.
Después de muchas vueltas y algún que otro tropezón, te das cuenta: no es la cabeza quien recuerda, sino el corazón.
Los que más nos esforzamos en esto del vivir, te lo digo como si pudiera verlo, hemos visto a alguien dejar de hacerlo.
Llamad a Iberdrola, es urgente, la mayor cantidad de vatios y neón la dedican a marcas registradas y carbón para niños malos
Tus demonios internos se van a eternizar hasta que veas, que para vencerlos, los hay que abrazar.
Todo el mundo quiere ser inmortal, pero nadie se ha molestado en leer la letra pequeña: para ser inmortal
Cualquier domingo anónimo cojo y me atrevo a salir de casa con el nombre puesto…
No te dejes engañar: las sonrisas de verdad pueden atravesar hasta las mascarillas más opacas.
Larga es la historia, corta la conclusión: cada vez menos pelos en la lengua, más en el corazón.
La paciencia es la damisela que más se hace esperar y nunca termina por llegar