Mientras tanto, el eco de aquel beso inesperado resonaba en mi cabeza.
Don nadie que se ha quedado con casi nadie desde que tiene memoria sabe que no hacen falta
No hay momento más letal que cuando la tóxica quemazón de la decepción se te hace familiar.
Del maestro más mordaz, siempre somos aprendiz: las lecciones vitales siempre dejan cicatriz.
Tu resultado, no el precio que has pagado, es lo que envidian.
Al final podré perecer petrificado por perder un pulso de miradas
Cualquier domingo anónimo cojo y me atrevo a salir de casa con el nombre puesto…
En efecto, yo –como cualquier elemento– lluevo lo que llevo por dentro. De hecho,
Desde que desperté, me dediqué a desear dibujarla despierta y desnuda: danzando decidida
Vístete de aire, de brisa y ven a verme.
No se echa en falta nada que sobra: como una mariposa que vuela a la pata coja.
Todos llorando por lo malo del mundo, como si no hubieran visto ni un gramo, de maldad. Y yo, sonrisa en mi cara,
La nueva normalidad solo dejará de ser nueva cuando vuelva a ser normal.
Los ojos de Ella eran de esos que parecían poseer un pedacito de infinito
Antes de empezar, vigila tus deseos: hay que ser digno.